Sergio Ramos mantiene su compromiso con la Selección de España

Sergio Ramos, defensa y capitán de la Selección de España, confirmó su continuidad en el equipo nacional tras la eliminación de Rusia 2018 y, con una sonrisa, bromeó al decir que se va "a ver obligado a llegar a Qatar 2022 con la barba blanca".

“Es duro, es jodido, porque cuesta volver a un Mundial. Son muchos años por delante, muchos sacrificios, mucho trabajo invisible, muchas horas que no se aprecian, que no se ven, mucho esfuerzo y mucha dedicación", señaló en la zona mixta del estadio Luzhniki.

Por otra parte, manifestó que el hecho de quedar eliminados no es tan fácil y menos para él, que en el papel de capitán de la ‘Furia Roja’, tiene que saber levantar a su equipo. El zaguero central es consciente que la historia hubiera sido distinta si hallaban una mejor propuesta dentro del campo, reafirmando su último título (Sudáfrica 2010).

"Es muy jodido asumir esto. Como capitán, por veteranía y experiencia he tenido la oportunidad de ser campeón mundial en Sudáfrica y es muy bonito. Hubiese sido la hostia reivindicarse como campeones otra vez. Teníamos muchas expectativas, un gran equipo y es una pena, no solo para los jugadores que dejan la selección. Hay un gran grupo para volver a creer, para seguir estando ilusionados", comentó.

"Este equipo tiene una cantera que viene pisando fuerte, jugadores con mucha personalidad. Me gustaría seguir bastantes años porque me voy con una pena terrible de este Mundial. Me voy a ver obligado a llegar a Qatar con la barba blanca", agregó.

Asimismo, lamentó que Andrés Iniesta, que jugó su último partido con la selección, no hubiera podido despedirse de otra manera y llevarse otro recuerdo de su último Mundial. Como se sabe el ‘Cerebro’, fue el autor del gol que le terminó dando el título de la Copa del Mundo del 2010 frente a Holanda.

“Lo echaremos de menos porque es un jugador que ha marcado la historia de nuestro fútbol y siempre lo tendremos muchísimo cariño", manifestó.

La Selección de España igualó 1-1 frente a Rusia por los octavos de final del Mundial, lo que obligó a  ambos equipos a irse a la tanda de penales. En ese aspecto, el país anfitrión sacó ventaja al tener a su arquero Akinfeev en un nivel destacable (atajó dos penales), ganando por un marcador final de 3-4.